domingo, 14 de octubre de 2007

Poco a Poco

Hace algunos años atrás cuando inicie mi primera iglesia, era muy joven con muchos sueños, cada día estaba llenando mi corazón de la palabra de Dios, en esos tiempo estudiaba en el seminario y era pastor, predicaba entre semana y recibía cada día predicación, alimento espiritual, recuerdo claramente cuantos sueños tenia, mi corazón ardía por que la iglesia creciera, ver almas salvas era el deseo de mi corazón, mi metas y deseo era que en un año la iglesia tuviera 100 personas en asistencia promedio, paso el primer año y eramos 15 personas algo que aprendí en esos momentos y que el seminario no te enseña, es tener paciencia en esos tiempos me desespere al ver que no crecía la obra de Dios, visitaba hacia todo lo que podía pero necesitamos paciencia y fidelidad para ver la bendición en nuestros ministerio, quizás no somos talentosos pero si podemos se fieles, años después cuando la iglesia crecía, me puse a pensar en los días en que no había nadie o casi nadie, y me di cuenta que si no hubiera tenido paciencia no hubiera visto todo el fruto maravilloso que Dios nos dio, ahora estamos en la misma lucha estamos iniciando el ministerio, y algo que debo recordar es la paciencia y fidelidad. Esto no es una excusa para no trabajar, hace 15 semanas que tenemos visitantes, cada semana alguien no visita, trabajamos en la obra, visitamos pero tenemos que tener paciencia y ser fieles para ver su bendición.

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